Hace muy poco se cumplió un siglo de un curioso hecho que tuvo lugar en la Torre Eiffel (encima y debajo) de París: el sastre austríaco Franz Reichelt se empeñó en probar algo parecido a un paracaídas que él mismo había diseñado y fabricado arrojándose desde la primera base del conocido monumento, hecho para el que además dispuso de varias cámaras que registraron el momento. El paracaídas no se abrió y Reichelt murió al estrellarse contra el suelo.
El video no tiene desperdicio.
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