[...] "Armada con los pedazos heterogéneos de la clarisa inservible, tomaba forma una Clarisa de la sobrevivencia, hecha de chabolas y cuchitriles, charcos infectos, conejeras. Y sin embargo del antiguo esplendor de Clarisa no se había perdido casi nada, todo estaba allí, sólo que dispuesto en un orden diferente aunque adecuado no menos que antes a las exigencias de sus habitantes. Una suntuosa Clarisa rompía la crisálida de la pordiosera Clarisa; la nueva abundancia hacía rebosar la ciudad de materiales, edificios, objetos nuevos; otras gentes afluían del exterior; nada ni nadie tenía que ver con la Clarisa o las Clarisas de antes; y cuanto más se asentaba triunfalmente la nueva ciudad en el lugar y en el nombre de la primera Clarisa, más comprendía que se alejaba de ella, que la destruía con no menos rapidez que los ratones y el moho: no obstante el orgullo de los nuevos fastos, en el fondo de su corazón se sentía extraña, incongruente, usurpadora.
Y entonces los fragmentos del primer esplendor que se habían salvado adaptándose a tareas más oscuras, eran nuevamente desplazados, custodiados bajo campanas de vidrio, encerrados en mesas-vitrinas, posados sobre cojines de terciopelo, y no porque pudieran servir todavía para algo sino porque a través de ellos se quería recomponer una ciudad de la cual ya nadie sabía nada."
Ítalo Calvino era italiano....
ResponderEliminarO texto é muito bom!
ResponderEliminarLeonor, era cubano. Nacido en Cuba, aunque pasó casi toda su vida en Italia.
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