jueves, 15 de noviembre de 2018

"La libertad ofende" decían las mujeres en la obra de Eduardo Galeano

Mujer y colonialismo: las luchas de las protagonistas de la revolución mexicana, la comuna de París o las fascinantes amazonas -entre otras revueltas y resistencias feministas en Latinoamérica- desfilan por este libro del uruguayo Eduardo Galeano (fallecido en 2015). De entre sus fragmentos hemos elegido dos "Mujeres":

1711, Paramaribo: ellas llevan la vida en el pelo
Por mucho negro que crucifiquen o cuelguen de un gancho de hierro atravesado en las costillas, son incesantes las fugas desde las cuatrocientas plantaciones de la costa de Surinam. A falta de balas, las armas disparan piedritas o botones de hueso; pero la espesura impenetrable es la mejor aliada contra los colonos holandeses.
Antes de escapar, las esclavas roban granos de arroz y de maíz, pepitas de trigo, frijoles, y semillas de calabazas. Sus enormes cabelleras hacen de graneros. Cuando llegan a los refugios abiertos en la jungla, las mujeres sacuden sus cabezas y fecundan, así, la tierra libre.

1816, Tarabuco: Juana Azurduy 

Instruida en catecismos, nacida para monja de convento de Chuquisaca, es teniente coronel de los ejércitos guerrilleros de la independencia. De sus cuatro hijos solo vive el que fue parido en plena batalla, entre truenos de caballos y cañones; y la del marido está clavada en lo alto de una pica española.
Juana cabalga en las montañas, al frente de los hombres. Su chal celeste flamea a los vientos. Un puño estruja las riendas y el otro parte cuellos con la espada.
Todo lo que come se convierte en valentía. Los indios no la llaman Juana. La llaman Pachamama, la llaman Tierra.


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