"Ética para naúfragos" es un libro de José Antonio Marina.
Es correcto: la moral regula nuestras interrelaciones con los demás a través de principios, valores, normas que nos hacen obedecer y que han sido creadas por y para la sociedad a lo largo de la historia.
Según el autor, las morales conducen a la ética y la ética conduce a nuevas morales, en un proceso de retroalimentación contínuo que nos hace crear nuevas normas a cumplir, nuevas responsabilidades en la convivencia y nuevos códigos en nuestra persecución de la felicidad.
Pero el ser humano debe sentir la necesidad de analizar los contenidos de la moral y, con ello, la pregunta que nos hacemos al leer este libro es ¿debemos aceptar una moral provisional (auto) impuesta mientras creamos una nueva?
Y ahora, el párrafo de rigor:
"Los especialistas coinciden en admitir un número muy pequepño de sentimientos innatos y universales. Oatley y Johnson hablan de cinco emociones básicas: alegría, tristeza, miedo, furia y asco. Ekmann añade además la sorpresa.
Aunque no me atrevo a decir si son cinco, ocho o catorce, creo que los sentimientos universales son muy pocos. Todos los demás han sido CULTURALMENTE CONSTRUÍDOS, y se transmiten por educación. Nuestra vida afectiva es el resultado de una larga historia de creación sentimental. A partir de unos sentimientos primarios hemos inventado un repertorio muy amplio de sentimientos, y como los sentimientos alumbras los valores, lo que acabo de decir significa que la inteligencia crea valores nuevos. La verguënza, la culpa, la humillación, el orgullo, la confianza, el respeto, el patriotismo, los sentimientos estéticos y un larguísimo etcétera, son CREACIONES SOCIALES, y por ello han de estar sometidos a evaluación y crítica. Son invenciones históricas que han tenido su razón de ser y pueden tener su razón de no ser."
viernes, 1 de julio de 2011
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