Concretamente entre 1955 y 1963 tuvo lugar el dispositivo experimental Midnight Climax en San Francisco, Marin y Nueva York. En dicha operación la CIA contrató a prostitutas con la idea de espiar y conseguir información de funcionarios extranjeros. Para ello se prepararon prostíbulos con falsos espejos, cámaras y micrófonos ocultos mientras las prostitutas vertían LSD en las copas de sus clientes para conseguir diferentes informaciones.
Sin duda una interesante mezcla entre técnicas de la vigilancia, sexo y drogas.
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