Un párrafo del libro "La Fábrica de la infelicidad: Nuevas formas de trabajo y movimiento global" editado por Traficantes de Sueños y descargable en este link.
En realidad, el capital es una modalidad específica de valorización económica de las energías sociales e intelectuales y empapa todo el sistema cognitivo de la sociedad, modelando su percepción, su comportamiento. Lo que podemos proponernos no es en realidad abolir el capital —que querría decir abolir una función cognitiva, una modalidad de semiotización encarnada en el cerebro de la sociedad— sino desplazar constantemente su equilibrio, impedir su estabilización y, por tanto, impedir que se consolide una forma de poder inmóvil, cuando el contenido productivo está en constante mutación.
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