lunes, 23 de abril de 2018

La luz y el ritmo original del mundo son el corazón del viaje

Fragmento del libro "El espejo que humea" de José Ignazio Uzquiza:

"'Illay', en el mundo indígena inca, y en el actual quechua, es ´viajar´ y viene 
de 'illa':

Illa nombra a cierta especie de luz y a los monstruos que nacieron heridos por la luz de la luna.
Es un niño de dos cabezas o un becerro que nace decapitado... Es, también, una mazorca cuyas hileras de maiz se entrecruzan o forman remolinos. Son 'illas' los toros míticos que habitan en el fondo de los lagos solitarios, de altas lagunas, rodeadas de totora, pobladas de patos negros. Todos los 'illas' causan el bien o el mal, pero siempre en grado sumo. Tocar un 'illa' y morir o alcanzar la resurrección es posible...'Illa' nombra la luz menor, no la sobrehumana luz solar, esas especies de luz no totalmente divinas, con las que el hombre peruano antiguo cree tener aún relaciones profundas entre su sangre y la materia fulgurante.
Y la palabra 'illa' está íntimamente relacionada con 'illapa', relámpago, e 'illariy', amanecer.
Y particularmente, relacionada con 'yllu':
'Yllu' es la propagación de la música de esos insectos voladores como el Tankayllu..., en los que el ruido de sus alas es tan intenso y fuerte para su pequeña figura, que los indios creen que tiene en su cuerpo algo más que su sola vida (J. M. Arguedas, "Los Ríos Profundos").

La luz y el ritmo original del mundo son el corazón del viaje".

No hay comentarios: