Queremos entretenerles de nuevo con esta quinta entrega del archivo Sincronecedades del Cine de Hollywood (para ver completo en este enlace). Ese metraje infinito que forma la historia del cine está repleto de casualidades, coincidencias, simultaneidades, paradojas temporales y sincronismos que salen y entran de la ficción como y cuando quieren, trascendiendo a la realidad en muchos casos después de haber sido guión cinematográfico.
Este bloque contiene a su vez tres entregas, siendo la primera "Defensa propia". Veamos:
Paul Kelly
16 de abril de 1927. En plena Era Dorada de Hollywood, Paul Kelly, en estado de embriaguez, tuvo una violenta pelea con el también actor Ray Raymond, llevándose este último la peor parte: falleció en el acto tras golpearse contra una pared. Kelly terminó cumpliendo condena (unos diez meses tan sólo, ya sabe: esto es Hollywood) en la prisión de San Quentin. Hasta aquí el prólogo de esta sincronecedad. Y ahora una pregunta: ¿saben quien interpreta al alcaide de la prisión de San Quentin en la película “Duffy of San Quentin” (1954)?. Una pista: el actor conocía muy bien el interior de dicho centro penitenciario.
Lana Turner
Que en la primera Era Dorada hollywoodense muchos de los papeles femeninos fueran de un extremo –mujer florero frágil- a otro -Femme fatale que hace perder la cabeza a los hombres- tampoco. La carrera de Lana Turner se desarrolló en este segundo extremo y nos regaló una alucinante sincronecedad: “Johnny Eager” (1942) es una ¿ficción? sobre la historia de amor entre el personaje interpretado por Turner y un mafioso. Casi nadie podía esperar que, ya entrados los 50, Lana tuviera una intensa relación con otro Johnny, de apellido Stompanato, esta vez mafioso de verdad. Durante años se habló de la violencia de género y las continuas agresiones sexuales que Stompanato ejerció sobre Lana Turner y su hija hasta que un día entre ambas mujeres (al principio se sospechó sólo de la hija) clavaron un cuchillo de 20 centímetros en el estómago de Johnny, que murió minutos después desangrado. Regresando al Johnny de la ficción no podemos pasar por alto el diálogo en el que su ayudante le advierte sobre el personaje de Lana Turner: “… pero, Johnny, no puedes tomar a una mujer como esa por tonta y después decírselo… puede quererte con todas las cartas de la baraja… y degollarte al día siguiente.”
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