martes, 30 de junio de 2020

Publicamos nuestro libro-guía "La vuelta a mundo en 80 catástrofes"

Con nuestra última actualización hemos cumplido al fin con un viejo objetivo: crear una guía turística mundial. Esta publicación propone un recorrido global (5 continentes, más de 50 países) por 80 monumentos dedicados a muertes colectivas en su más amplio sentido.

El proyecto incluye además una intervención sobre monumentos en la ciudad de Lisboa, en la que encontramos diferentes categorías: masacres, genocidios, incendios, catástrofes naturales, etc

Para ver y/o descargar "La vuelta al mundo en 80 catástrofes" sólo hay que pinchar aquí.

Tantas veces contemplado como un elemento ornamental, el monumento público a la catástrofe está, sin embargo, cargado de ideología y valores funcionales, siendo más útil a la legitimación del poder instituido que a la recuperación de las comunidades afectadas por el desastre. Esta función se evidencia no sólo en el selectivo homenaje a la memoria, sino también en la práctica del olvido, que clasifica la tragedia según la calidad de sus víctimas, o evita deliberadamente la revisión histórica de las atrocidades de occidente. Sintomático de esta utilidad es la constante modificación simbólica de muchas de estas esculturas, cuyas alteraciones acompañan la evolución ideológica de los territorios en los que se erigieron.

La tendencia a la desigualdad y a la represión, latente en toda relación de poder, se refleja en las mismas categorías con que el lenguaje clasifica el desastre: epidemia, accidente, hecatombe, aniquilación... La cosa se complica cuando detrás de su significado hay una responsabilidad humana indudable: atentado, matanza, masacre, genocidio, feminicidio, guerra... La elección de una u otra a la hora de describir una muerte colectiva revela una posición política, y prueba de ello son los encendidos debates que disputan la narración de la historia. ¿Cuán específico era el objetivo de la violencia? ¿Cuán específicas sus víctimas?.


martes, 23 de junio de 2020

Seleccionadxs en el Copenhagen Architecture Festival, pospuesto a octubre

Recibimos buenas noticias desde Dinamarca. El Copenhagen Architecture Festival (CAFx) finalmente podrá celebrarse en octubre, cambiando sus fechas de abril/mayo para la primera semana de dicho mes otoñal por causas virales conocidas en todos los rincones del planeta.

En la edición de este año (que será la sexta) ha sido seleccionado nuestro documental sobre la lucha por la vivienda en Lisboa, "O que vai acontecer aqui?" y muy pronto informaremos de horarios y lugar de proyección.

martes, 16 de junio de 2020

Tenemos nuevos proyectos publicados!

Acabamos de actualizar nuestra página web con algunos proyectos frescos y bien opuestos en su proceso de creación: los unos con materiales recopilados por el mundo y los otros con materiales recopilados sin salir de casa.

La vuelta al mundo en 80 catástrofes
Guía turística mundial sobre monumentos a epidemias, holocaustos, genocidios, desastres naturales, accidentes y demás muertes colectivas. Se puede ver y descargar aquí.

Janela
Documental Experimental. Una película de cierta fricción, realizada sin salir de casa, hasta donde el zoom alcanza. Se puede ver y descargar aquí.



jueves, 4 de junio de 2020

Gentrificación y literatura (XVII)

Hoy hemos convidado a otros de los grandes maestros de la literatura de terror contemporánea: el británico Clive Barker y su biblia "Libros de Sangre". En el tomo segundo detectamos que algunos de los relatos se desarrollan en ambientes que podemos reconocer en algunas de las fases de la gentrificación. Nos paramos en el cuento "Lo prohibido", en el que una estudiante de la Universidad, Helen Lyle, está haciendo una investigación sobre el mundo del graffiti y por ello visita la clásica urbanización de viviendas sociales ya olvidada por las instituciones hasta su degradación pero muchas veces convertida en laboratorio de investigación por la academia:

"La calle Spector había permitido la formación de indudables fortunas y reputaciones, y durante su inauguración se habían pronunciado bonitas palabras, y se la había erigido en el patrón por el que se medirían todas las edificaciones futuras. Pero los urbanistas -una vez derramadas las lágrimas y pronunciadas las palabras-  habían dejado a la urbanización abandonada a sus propios recursos, y los arquitectos se habían ido al otro extremo de la ciudad para ocupar las mansiones georgianas restauradas y, probablemente, jamás volvieron por allí.
¿Acaso deseaba que sus peores presentimientos sobre la calle Spector fueran falsos?Que aquella urbanización fuera sucia, no tuviera esperanza, fuera un estercolero dónde se ocultaba a la vista del público a los indeseables y a los pobres, todo eso era una trivialidad liberal, y la aceptaba como una realidad social desagradable. [...] También estaban las tiendas. Varias de ellas habían sido tapiadas, y las que no, eran poco atrayentes y sucias, y tenían los escaparates cubiertos por una pesada malla de alambre."

Lo más curioso es que, en su adaptación cinematográfica, titulada "Candyman" (Bernard Rose, 1992), la narración se desplaza de Gran Bretaña a Chicago, nada menos que al barrio social de Cabrini-green (se cuenta que la productora tuvo que sobornar a algunas bandas delincuentes que allí traficaban para poder rodar), una zona que se encontraba en el apogeo de su estigmatización y degradación. A partir de 1996 -y aquí saltamos de la ficción a la realidad- se impuso un proyecto urbanístico bajo el claim “un nuevo Chicago se está construyendo” que desplazó a casi todos los vecinos de Cabrini-green a zonas periféricas. Más info aquí.

No contento con ello, Clive Barker ambienta el siguiente relato, "La Madonna" en unas antiguas piscinas que van a ser demolidas para construir una especie de parque temático. El capítulo comienza con la negociación entre el perdedor Jerry Cologhoun y el especulador mafioso Ezra Garvey, que enseguida se verán sorprendidos por una especie de hechizo matriarcal que habita el lugar y no está muy dispuesto a ser desplazado de su hogar.

"No estaba del todo sorprendido por la renuncia de los inversores. Eran tiempos difíciles y no se podía aceptar riesgos a la ligera. Además hacía falta cierta imaginación - facultad no muy abundante entre los adinerados que había conocido-  para ver las piscinas transformadas en el reluciente complejo de diversiones que él tenía pensado punto pero sus investigaciones le habían convencido de que en una zona como aquella - dónde las casas al borde de la demolición eran compradas y restauradas por una generación de sibaritas de clase media- las instalaciones que él había planeado no podían dejar de dar dinero."